¡¡Si soy yo!!!! - dijo el niño cuando se lo regalaron.
Y es que , con su foto delante, preparé con todo el esmero posible, a este muñeco de comunión.
El pelo, traje y zapatos.... Imitar al niño me genera una mezcla de tensión y disfrute... Porque cada uno es diferente, y me supone, volver a aprender continuamente.
Deseo para Mario, que pase un día muy feliz, y que este muñeco sirva para recordárselo muchos años.
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